Varias bombas estallaron el martes 22 en el aeropuerto de Bruselas y en el metro de la ciudad, matando al menos a 31 personas e hiriendo a decenas, por lo que la capital europea fue cerrada en medio de un aumento de amenazas a la seguridad. El Estado Islámico se adjudicó los ataques.
De las dos explosiones en el aeropuerto, al menos una de ellos fue atribuida a un atacante suicida, la cual dejó atrás una escena caótica en la sala de embarque con ventanas que estallaron, techos que colapsaron y viajeros saliendo del edificio lleno de humo. Una hora más tarde, otra bomba explotó en un tren subterráneo en hora pico, cerca de la sede de la Unión Europea. Los aterrorizados pasajeros tuvieron que ser evacuados a través de túneles oscuros.
«Lo que temíamos ha sucedido», dijo el primer ministro belga, Charles Michel. «En estos momentos de tragedia, este momento negro para nuestro país, hago un llamamiento a todas las personas a mantener la calma y a la vez mostrar solidaridad.» Bélgica elevó su alerta terrorista al nivel más alto, desviando aviones y trenes y ordenando a la gente a quedarse donde estuvieran durante la mayor parte de la jornada laboral. Tanto el gobierno belga como el resto de los gobiernos europeos decidieron reforzar la seguridad de los aeropuertos, lo mismo se hizo en los aeropuertos del área de Nueva York.
«Estamos en guerra», dijo el primer ministro francés Manuel Valls después de una reunión de emergencia en París. «Hemos estados sometidos durante los últimos meses en Europa a actos de guerra.» El presidente francés Francois Hollande agregó que «Los terroristas atacaron Bruselas, pero el blanco fue Europa y todo el mundo que está preocupada por esto.»
Los funcionarios de seguridad europeos han estado alertas por un gran ataque durante semanas y advirtieron que el Estado Islámico se estaba preparando activamente para atacar. La reciente detención de Salah Abdeslam, sospechoso clave en los ataques del 13 de noviembre en París, agudizó los temores, ya que los investigadores dijeron que muchas más personas de las que se pensaba se han involucrado y algunos están libres.
El Estado Islámico se atribuyó los ataques en Bruselas, declarando en un mensaje en la agencia de noticias del grupo que sus extremistas abrieron fuego en el aeropuerto y «varios de ellos» detonaron cinturones suicidas. Se dijo que otro atacante suicida se inmoló en el metro. El posteo declara que el ataque fue en respuesta al apoyo de Bélgica a la coalición internacional desplegada contra el grupo Islámico.
Las autoridades hallaron y neutralizaron una tercera bomba en el aeropuerto una vez que el caos por las dos explosiones iniciales había cesado, dijo Florencia Muls, portavoz del aeropuerto, a The Associated Press. Escuadrones tácticos de bombas también detonaron objetos sospechosos que encontraron en al menos dos lugares en otras partes de la capital pero no contenían explosivos, según confirmaron las autoridades.