China sentencia a muerte a científico por vender documentos secretos

China ha condenado a muerte por espionaje a un empleado de una institución de investigación científica, informó la televisión estatal. Huang Yu, de 41 años, fue condenado por vender más de 150.000 documentos clasificados a agencias de inteligencia extranjeras, dijo CCTV. Éstos incluyeron 90 archivos «top secret», 292 «confidenciales» y 1.674 «secretos», que filtraron códigos de cifrado del Partido Comunista, del gobierno, comunicaciones militares y financieros.

«Este caso habría llevado al derramamiento de sangre y hubiera costado vidas si hubiera sucedido en tiempos de guerra», según declaraciones de un funcionario de la Agencia de Seguridad Nacional. El informe no dice para quien estaba espiando Huang, especialista en informática que ingresó a un instituto de investigación en la provincia de Sichuan en 1997 para desarrollar códigos criptográficos de comunicación, y dejaba copias de los secretos de Estado que el manipulaba.

Huang se ofreció para vender códigos de comunicaciónes militares en 2002 en sitios online y entró en contacto con agencias de inteligencia extranjeras. Después de que fue despedido en 2004, continuó recopilando información confidencial a través de su esposa, familiares y ex colegas, según la televisión estatal.

Huang Yu llevó a su familia y compañeros de trabajo a viajar al sudeste de Asia, Hong Kong y Macao con el dinero proporcionado por las agencias extranjeras y durante los viajes entregaba la información guardada en computadoras portátiles y dispositivos de almacenamiento de datos. Según el informe llegó a ganar $700.000 gracias a 21 acuerdos que logró en 10 años.

«Compré muchas pólizas de seguro para mí mismo. En el caso de que yo fuera incapaz de volver de las reuniones con agentes extranjeros, mi familia tendría una fortuna» declaró Huang. Fue capturado por las autoridades en 2011 y además de la pena de muerte, las autoridades confiscaron el dinero que ganó gracias al espionaje.

El informe no aclaró si Huang ya fue ejecutado. Su esposa fue condenada a cinco años y su cuñado a tres por filtrar secretos de Estado. Veintinueve de los compañeros de trabajo de Huang también recibieron diversos tipos de penas.

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