Para muchos los autos conectados a Internet están destinados a revolucionar la industria automotriz. Sin embargo, de acuerdo con un alto funcionario del Departamento de Justicia de Estados Unidos, también pueden ser utilizados por grupos terroristas sin escrúpulos para cometer asesinatos. Como resultado, el gobierno de Estados Unidos está advirtiendo a los fabricantes de tecnología para automóviles sin conductor que deben priorizar los estándares de seguridad cibernética o al riesgo de ataques por parte de cybercriminales y hackers.
«Hemos visto a naciones rebeldes sin escrúpulos que tratan de asesinar a aquellos que no comparten sus creencias,» dijo John Carlin, fiscal general adjunto para la seguridad nacional de Estados Unidos, durante un discurso en el Congreso Mundial SAE 2016 en Detroit recientemente. Y agregó: «No hay un sistema conectado a Internet donde se pueda construir una pared que sea lo suficientemente alta o lo suficientemente profunda para mantener a una nación rebelde adversaria o a un grupo criminal fuera del sistema.»
Según lo informado por Bloomberg, Carlin dijo que las agencias gubernamentales y grandes empresas se encuentran todavía en los «primeros días» de adaptación de la tecnología de autos sin conductor y permanecen «muy inestables» por la incertidumbre que estos cambios están causando. «Esto va a ser el próximo frente de batalla», dijo. «En este momento lo que tenemos es esta combinación de zanahorias y palos, y no hay un protocolo uniforme que haya sido dispuesto por la ley.»
Solamente en los últimos 12 meses se han producido una serie de incidentes notables de seguridad cibernética que involucraron vehículos que necesitan de Internet para funcionar. En 2015, dos expertos en seguridad fueron capaces de hackear los controles de a bordo de un Jeep Cherokee y así manejar varias funciones tales como cerraduras, frenos, aire acondicionado e incluso la dirección. Fiat Chrysler se vio obligado a emitir un retiro formal de más de 1 millón de los vehículos afectados en los EE.UU.
En su discurso, Carlin indicó que la frecuencia con la que los hackers intentarán atacar a los coches conectados a Internet sólo va a subir y advirtió que las «naciones rebeldes» inevitablemente estarán interesadas en esta actividad. «Si uno puede hacer algo que puede afectar a una gran parte de una industria, como 100.000 vehículos, podrá ver que eso puede ser una herramienta más de las naciones rebeldes para una nueva forma de guerra» aseveró.
Un informe producido por la International Data Corporation (IDC) publicado en marzo de este año encontró que podría tomar hasta tres años hasta que los fabricantes de automóviles sin conductor comiencen a fabricar vehículos con fuertes protecciones de seguridad cibernética y contramedidas ya incorporadas como estándar. Según el informe «la industria recién está empezando a debatir cuestiones de seguridad cibernética que involucran a los vehículos conectados. La pregunta para los fabricantes es sí esto es viable en la práctica, teniendo en cuenta los retos del futuro y la velocidad a la que se están desarrollando aplicaciones hoy en día.»