Según publica hoy The New York Times, los analistas de seguridad descubrieron recientemente el software preinstalado en algunos teléfonos Android que monitoreaban la ubicación de los usuarios, con quién hablaban y qué escribían en los mensajes de texto, y enviaba esa información a un servidor del Gobierno chino cada 72 horas.
Este programa está supuestamente escondido en el sistema operativo, de modo que el consumidor no lo percibe como un programa sobre el que pudiera tener control, y tal y como explica el vicepresidente de Kryptowire, Tom Karygiannis, el usuario no podía saber de ninguna manera que está instalado en su teléfono.
Aunque el alcance de la transmisión de información a China no está claro aún, la compañía encargada de la creación del software, Shanghai Adups Technology Company, asegura que su código se ejecuta en más de 700 millones de teléfonos, automóviles y otros dispositivos inteligentes.
Los clientes internacionales y los usuarios de teléfonos descartables o prepago son las más afectadas por el software.
Las autoridades estadounidenses explicaron al diario que no está claro si esto representa una recopilación secreta de datos con fines publicitarios o un esfuerzo del Gobierno chino para recolección información.
Por su parte, el fabricante de teléfonos estadounidense BLU Products dijo que 120.000 de sus teléfonos habían sido afectados y que, ante este hallazgo, actualizaron el software para eliminar la característica de espionaje.
La compañía norteamericana declaró en un comunicado en su web que sus modelos afectados eran R1 HD, Energy X Plus 2., Studio Touch, Advance 4.0 L2 y Neo XL.
El documento de Adups informando sobre el problema a los directivos de BLU señaló que el software se diseñó intencionalmente para ayudar a un fabricante de teléfonos chino a controlar el comportamiento del usuario, y que esa versión del software no estaba destinada a los teléfonos que se comercializarían en Estados Unidos.
El problema de espionaje se halló en un tipo especial de software, conocido como firmware, que le indica a los teléfonos cómo operar.
Adups proporciona el código que permite a las empresas actualizar remotamente su firmware, una función importante que en gran medida no es vista por los usuarios, aunque normalmente la actualización del teléfono y las condiciones de esta sí tienen que ser notificados a los clientes, cosa que no ocurrió en este caso.
Según su página web, Adups ofrece software a dos de los mayores fabricantes de teléfonos celulares en el mundo, ZTE y Huawei, ambos basados en China pero que cada vez tienen más presencia en el mercado occidental.
En 2013 un caso parecido afectó a la empresa de telefonía móvil HTC, pero se consideró un fallo en lugar de un intento deliberado de recolección de datos y de información. EFE