Los drones, esos vehículos voladores que encienden los debates sobre la privacidad y la ética de la guerra, ahora también tienen alguien a quien temer. Ese alguien es Rodday Nils, un estudiante alemán de seguridad cibernética que demostró que puede hackear drones.
Rodday encontró fallas en un modelo de drone que le permiten enviar comandos desde más de una milla de distancia, mostrando cómo un hacker podría convertirse en el nuevo piloto del vehículo. Rodday dice que no se considera un hacker y que ni siquiera le gusta que lo llamen así y declaró que «no tengo ninguna intención de dañar a nadie». En su lugar él está trabajando con un fabricante de drones, el cual declinó mencionar por un acuerdo legal con la compañía, para ayudarlos a hacer un dispositivo mucho más seguro.
Rodday realizó la investigación como parte de un programa de postgrado en Holanda, y presentó sus hallazgos en la conferencia de seguridad cibernética RSA en San Francisco recientemente. Por suerte para él, su esfuerzo causó buenas impresiones, hace 4 meses consiguió un trabajo en IBM.
El fabricante con el que Roday trabajó le brindó un drone y un manual para que el lo examine. Si bien tenía acceso a todos los materiales, la vulnerabilidad que encontró puede ser aprovechada remotamente con cualquiera con el suficiente conocimiento para hacerlo. La compañía dijo que estará arreglando el problema.